miércoles, 13 de octubre de 2021

 

El Artesano


Había una vez, hace muchos años, un señor que habitaba en una comunidad rural en Costa Rica,  a él le gustaba salir a caminar todas las mañanas para recoger ramitas y hojas  secas, luego llevarlas a su taller para construir hermosas artesanías, aunque esto le daba solo para comprar algunas cosas necesarias,  así que para ayudarse a costear la vida que a veces se ponía dura, el señor sembraba en su huerta toda clase de semillas que podía, además tenía algunas gallinas y en eso pasaba sus días.

Algunas veces, para las navidades elaboraba algunas casitas para venderlas en la feria de la comunidad, las cuales sus vecinos y otras personas visitantes utilizaban como decoración.

De joven una vez se enamoró, pero la chica tuvo que dejar el pueblo, así que nunca más supo de ella, desde ahí fue muy solitario.

            Un día mandaron a una niña a su taller, para que le hiciera el favor de reparar unas sandalias, el hombre silencioso le dijo que esperara, mientras tanto ella miraba todo lo que aquel anciano había coleccionado por años, lo que le llamó mucho la atención, así que comenzó a preguntar por todo lo que le inquietaba:

-¿Quién hizo esa pintura?

-Fui yo.

-¿Y qué significa? ¿Por qué tiene tantos muñequitos de madera?

 

La madre de la niña un poco preocupada por la tardanza salió a toparla y justo a tiempo el señor terminaba de coser las sandalias, lo saludó, le pagó y tomó a la niña del brazo llevándosela con prisa, pero la chiquilla había quedado intrigada, así que algunos días pasaba luego de la escuela, con el pretexto de que debía reparar unos zapatos, o que le llevaba una fruta y poco a poco fue conociendo su mundo.

Una vez les asignaron en la escuela realizar una entrevista a sus abuelitas o abuelitos, pero como ella no tenía ni uno cerca, fue a preguntarle si podía registrar sus anécdotas, el señor estuvo de acuerdo, quien de por sí disfrutaba de esas conversaciones, narrándole lo que observaba cuando salía a caminar, le enseñó a mirar el proceso de crecimiento de una planta y la forma en que los pequeños insectos se organizaban para trabajar, todo aquello que para otras personas era indiferente, para ella tenía mucho valor, así fue aprendiendo por algún tiempo, hasta que una triste noticia llegó a sus oídos, cuando se levantó para ir a estudiar, los vecinos decían que el hombre del taller había fallecido de un ataque al corazón, ella lloró por unos días, como si hubiera perdido a su abuelo, pero luego continuó su vida como cualquier niña.

Algunos años después, cuando ella era una gran escritora, publicó un libro con bellas historias el cual se tituló: “El artesano”.