Ser madre mi profesión de Amor
Hace diez años no me imaginaba que llegaría a ser madre de dos personitas que llenarían mi vida de tanta alegría, este es mi relato de vida:
Cuando solo tenía diecisiete años y estaba a punto de graduarme del colegio, me despertó un día un dolor abdominal muy fuerte, así que tuvieron que llevarme al hospital y me operaron de emergencia por causa del enorme quiste que envolvía mi ovario y mi trompa de Falopio.
Luego de eso, muchas emociones me inundaron la cabeza, entre los comentarios de personas indiscretas: "Seguro ya no podrás tener hijos", y la tristeza de no haber podido graduarme con mis compañeros y compañeras del colegio luego de tanto esfuerzo.
Pero todo fue pasando, volví a recuperar mis fuerzas físicas y emocionales, luego de recibir mi título y antes de entrar a la universidad conocí al padre de mis hijos en un trabajo temporal que tuve, desde ahí muchas cosas cambiaron.
Durante el tiempo de la universidad me sentía muy realizada estudiando la carrera que había elegido, pero algo me hacía falta, yo deseaba tener un hijo, junto con mi novio decidimos probar y a los meses la prueba resultó positiva, fue tanta la alegría que sentí en ese momento que no lo puedo explicar con palabras.
Desde hace seis años, nuestro hijo le dio un enorme giro a nuestras vidas y desde entonces somos muy felices, además de que siempre hemos contado con el apoyo de nuestras familias.
El tiempo pasó, logré graduarme como bachiller en antropología y he realizado algunos pequeños proyectos en el tema de patrimonio cultural, y sobre todo en el que más me apasiona que es la crianza y educación de los hijos.
Sin embargo es poco lo que he podido realizar, pero he disfrutado con mi pequeño que por cierto ya está en la escuela, y a pesar de que no he sido una madre perfecta, pues es verdad que todas cometemos errores como madres y como seres humanos en general, me esfuerzo cada día en darle una buena educación a él y ahora que estoy esperando una niña mis expectativas son grandes, mi esposo y yo la esperamos con mucho amor y deseo poder ser una buena guía para ambos.
La profesión que elegí es muy importante para mí, y a pesar de no poder ejercerla completamente he descubierto que ser madre de tiempo completo y ama de casa es otra profesión que implica mucho esfuerzo y conocimiento, además de intuición y sobre todo mucho amor.
La recompensa la vemos cada día que nuestros hijos nos abrazan o nos acarician el rostro con una sonrisa de agradecimiento, o cuando los cobijamos por las noches y nos llenan de tanta ternura, así que a todas las madres les digo que el trabajo que hacemos es muy importante, por tanto esforcémonos por educar personas de bien, siempre primando el amor.
*Artículo publicado hace años y medio en una revista de maternidad.